Hasta el último minuto

La vida es fugaz. ¿Está empleando cada momento sabiamente?

Cuando era pequeño, un adulto de mi vida me dio un dólar. Quería enseñarme una valiosa lección sobre el dinero. Me dijo: "Greg, si guardas este dólar durante todo el día y lo ahorras al final del día, te daré cinco dólares más".

Me dio un plazo concreto: debía guardarlo hasta las 5 de la tarde.

Me pareció un buen trato. Me aferré a ese dólar toda la mañana y la mayor parte de la tarde. 

Pero alrededor de las 4:15, no pude contenerme. No estaba seguro de si el tipo lo decía en serio. ¿Volvería siquiera? Empecé a preocuparme. Como se suele decir, ese dólar me estaba quemando el bolsillo.